28 junio 2007

¿Qué representa el costo país más caro para México?

El concepto de "riesgo país" está asociado a la probabilidad de incumplimiento en el pago de la deuda pública de un país, expresado como una prima de riesgo, también conocida como "costo país".

En la determinación del costo país influyen factores económicos, financieros y políticos, locales y globales, que pueden afectar la capacidad de pago de una nación. La medición de estos factores es difícil y su objetividad, discutible, por lo que es común aplicar distintas metodologías con el fin de minimizar el margen de error al momento de cuantificar dicha prima.

Financieramente hablando, el riesgo país de México ha venido disminuyendo en los últimos 15 años, hasta alcanzar el codiciado grado de inversión, aunque el optimismo empieza a perder impulso.

Pero hoy, el costo país se debe medir también con otra escala y otro propósito.

¿Cuánto le cuesta al país tener al segundo hombre más rico del mundo? (Slim, que pronto será el primero) - ¿Cuánto le cuesta al país tener a la cementera más grande del mundo? (Cemex) - ¿Cuánto le cuesta al país tener a la televisora de habla hispana más grande del mundo? (Televisa) - ¿Cuánto le cuesta al país tener a una de las 3 panificadoras más grandes del mundo? (Grupo Bimbo).

¡Extremadamente CARO…! - porque realizamos una transferencia neta de recursos, derivada del gigantesco e ignominioso diferencial que existe entre un auténtico precio de mercado, y el precio que se fija arbitrariamente y sin contrapeso alguno, gracias a la competencia inexistente que patrocina el Estado complaciente, tolerante, cómplice, y en algunos casos, ausente.
Todos los incentivos y garantías están dadas a los proveedores para que los consumidores paguemos, una y otra vez, mucho por muy poco, en términos de cantidad, calidad y oportunidad de los productos y servicios que compramos.

Regalándoles nuestro dinero, les hemos regalado también nuestra oportunidad de crecimiento y desarrollo –que consecuentemente monopolizan– a costa del resto del país y sus oportunidades (perdidas) de desarrollo. Ahí radica nuestro verdadero y más alto “costo país”, en lo que realmente nos cuesta ocupar los lugares de “honor” para la riqueza y el poder económico, y los lugares de horror, para la competitividad y la viabilidad de la nación.

Ninguna de nuestras rutilantes “estrellas” habría llegado a ocupar el lugar en que se encuentra en el ranking mundial de su respectiva especialidad, si hubiera tenido que COMPETIR en un mercado libre y abierto, y SIN el beneficio que representan las prácticas monopólicas, los privilegios y condición dominanate, consagrados en su favor exclusivo por la clase política, suficientes para eliminar o comprar competidores, impedir que lleguen nuevos, y paralizar al propio gobierno y congreso para que no obstruyan, limiten o contrarresten su poder, en caso de que hubiera un verdadero fomento a la competencia real, y particularmente, aplicando regulaciones, vigilancia y sanciones eficaces.


El autor (J. Bosco Labardini Inzunza) es Abogado, egresado de la UIA, Profesor externo de la División de Estudios Jurídicos del CIDE (actualmente con licencia) y colaborador de ALCONSUMIDOR, A.C., primera asociación civil en México, dedicada a la asistencia, información y defensa de los intereses y derechos de los usuarios de energía y telecomunicaciones.
©2007 D.R. - No. 122 de la serie: Se los dije...